jueves, 15 de julio de 2010

Cuerpo 10

Casi todos estamos de acuerdo que la publicidad tiende a mostrarnos una mujer idealizada según los cánones masculinos del momento. Bellezas como Claudia Schiffer reinaron en los anuncios de fin de siglo (del XX). Los anuncios llegaron a hacer realidad los sueños de un adolescente que quería convertirse en el jabón de su ducha.
 

Vemos también como la publicidad, omnipotente, puede premiarnos o castigarnos, presentando a la mujer como algo totalmente carente de atractivo. El machismo imperante en el negocio publicitario hace atractiva a la mujer si cumple con el rol asignado, ya sea el de limpiar la casa, cocinar nuestra comida, o seducirnos en la cama. El Dios Mercado la quiere, sobre todo, consumidora.

Pero su papel se acaba cuando ésta intenta ser ella misma. El macho puede entonces cosificarla, y guardarla en la mochila hasta mejor ocasión. Y lo hace de una manera bien explícita, como en el siguiente video:


Una cerveza que no beberé nunca. Tomo nota.

Sin embargo la publicidad es mucho más cruel cuando abandona las ensoñaciones del macho y afronta la realidad cara a cara. Tal vez no somos conscientes de hasta qué punto la mujer que representa Claudia Schiffer, o cualquiera de sus colegas, podría representar tan sólo la excepción. Ésto es lo que opina esta lectora en 20 Minutos:
"Cómo sorprende observar el uso que hace la publicidad de las mujeres. Si empezamos por los pies, tenemos callos, durezas, hinchazón y además... nos huelen mal. Piernas: tenemos mala circulación, varices, pelos y celulitis. Sigamos subiendo, aquí viene lo peor. Aparte de asuntos menstruales, tenemos picores, sequedad vaginal y para más inri, ¡nos orinamos encima! Los hombres no tienen pérdida de orina, no. Somos las que tenemos hemorroides, estreñimiento perpetuo y flatulencias. Además, pedorras. Por todas partes, además, estrías y flacidez.
Si vamos a la cara, para echarse a llorar. Dentaduras que se despegan, piel seca, espinillas, arrugas, bolsas, pestañas escasas, patas de gallo, signos de envejecimiento por doquier (los hombres no, menos mal que algunos se quedan calvos), el pelo, fatal, necesitamos de todo tipo de productos y tintes. Y así, seguiríamos con las manos, axilas... no se salva nada. En fin, que una pena". 
(M. G. DEL REY 14.07.2010 en 20MINUTOS)
Buena reflexión, ¿verdad?
 
Imagen de Claudia Shiffer

1 comentario:

  1. Todas esas cosas que la publicidad nos atribuye a las mujeres, también las sufren los hombres, callos, durezas, hinchazón, mal olor, flatulencias, incluso pérdidas de orina, si, si, claro, si no ya me dirás tú porque los de TENA, en su web:
    http://www.tena.es/Hombres/Productos/ dicen:

    “Si buscas seguridad, frescor y discreción, no hay nada mejor que una protección especial para incontinencia, diseñada para adaptarse perfectamente al cuerpo masculino y neutralizar al instante la orina y los olores”

    Pero resulta que esta casa comercial solo publicita ampliamente el TENA Lady... Los productos masculinos están “escondidos” en su web, tienes que ir allí, expresamente, a buscarlos.
    Es curioso que, a la mujer, ancestralmente escondida en el àmbito domèstico, no se dude en poner a la vista cualquiera de sus intimidades, aunque se la ridiculice. Tal vez esa sea la manera que tienen muchos de entender que la mujer ya tiene vida social, sale de su casa y se relaciona. Somos un instrumento al servicio de la publicidad, a nosotras se nos pone a la vista y lo que les pasa a los hombres ya se sobreentiende.
    En cuanto a la sequedad vaginal, bueno, ellos no tienen erecciones tan vigorosas, pero, horror, de eso no se puede hablar. Hay publicidad contra la eyaculación precoz pero de la pérdida de erección, no. Por otro lado tanto la sequedad vaginal, como la pérdida de erección, pueden ir asociadas a la falta de deseo hacia la pareja, hacia la misma pareja de hace un montón de años, pero ese ya es otro tema.
    Por cierto, no es una cerveza, es un licor: FERNET STOCK .

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