lunes, 1 de noviembre de 2010

Un regalo inesperado


Estuve unos días en tierras gallegas y allí, una joven pareja ecantadora me regaló una taza con la imagen del submarino amarillo en compañía de un submarino amarillo que puede sumergirse en ella con su correspondiente cargamento de té.

Ellos saben que me gustan los Beatles y que me gusta el té, pero es que además son seguidores de esta bitácora. Es decir, que el regalo servía como homenaje a este blog. Blog que siguieron durante un año, aproximadamente, el tiempo que llevan juntos.

Sé que mucha gente aprecia los regalos por el valor económico que representan. No es mi caso. Otros prefieren dar especial importancia a la oportunidad. Tampoco ocurre eso conmigo. A mí me gusta más la sorpresa. Lo inesperado. Y también que el que regala lo haga con sentido de la empatía.

Todo eso se da con el submarino amarillo que ya se dispone a hacer su primera inmersión en su homónima taza. Hmmm... y mientras tomo esta primera taza de té, pienso en mis jóvenes amigos que rascaron sus bolsillos de parados para comprar la taza e importar el submarino. Dato curioso es que éste llegó vía air-mail desde el Reino Unido. ¿Ahora los submarinos vuelan? El mío parece que sí.

Pequeños grandes detalles que son los que más felices nos hacen, sin duda.

Espero que ellos pronto encuentren su camino, aunque sea en los bosques frondosos o en los prados vacunos. ¡Suerte!

viernes, 8 de octubre de 2010

Y hasta aquí

Decía Cat Stevens que el primer corte es el más profundo. Yo podría decir que, más o menos, eso es lo que siento al 'cortar' con éste, mi primer blog. Pero os mentiría si dijera eso... pues lo cierto es que soy "un viejo bloguero". No, no es el primero, ni el segundo,...

No es fácil llevar más de un blog, así que pienso que lo mejor es migrar a mi otra bitácora, http://naveganteonaufrago.blogspot.com/ donde os espero.

Ésta, la de las conversaciones virtuales y otros enredos ha durado un año. Nada más, y nada menos.

El cuento de la cenicienta que no quería comer perdices podría haber sido un estupendo final para esta aventura, pero prefiero dejaros con una canción. Cosas de la beatlemanía que algunos padecemos.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Otra forma de contar un cuento

Érase una vez dos mujeres, Myriam Cameros y Nunila López, que escribieron e ilustraron un cuento llamado "La cenicienta que no quería comer perdices".

Más que analizar la calidad conceptual o estética del mismo, o los motivos de su éxito, me interesa la fórmula que emplearon sus autoras para hacerlo llegar hasta nosotros, su público.


Utilizaron la comunicación viral.

El cuento, en formato PDF, se extendió rápidamente por la Red y fuimos muchos los que lo recibimos no una, sino varias veces.

Puede ser que el éxito pillara a sus autoras desprevenidas. Pero quizás perdieron una gran oportunidad de negocio: El PDF carecía de un enlace a una web donde se pudiera comprar el libro físicamente.

Mi amiga Concha me hizo ver que de haber tenido esa opción les habría comprado una docena para regalar a familiares y amigas.

Hoy ya lo puede hacer, y de hecho creo que lo hizo. Bastaba con acercarse a La Casa del Libro, el Fnac, u otras librerías para adquirirlo en formato libro, editado por Planeta, por sólo 14,50 €.

Es el mercado editorial en su versión clásica lo que se impuso.

Myriam y Nunila tienen ahora su propio blog en http://nunila-myriam.blogspot.com/ y ya conversan en red, y ya enlazan a una tienda por si alguien quiere comprar un ejemplar.

¿Qué hubiera ocurrido de habernos dado esa opción cuando el PDF recorrió los correos electrónicos de tantos y tantos internautas, hace unos meses?

lunes, 27 de septiembre de 2010

Celosos de su marca

Posiblemente estamos viviendo un cambio de paradigma respecto a las marcas, aunque también de otras creaciones agrupadas en eso que llaman valores intangibles.

Aún hay grandes corporaciones que pretenden que la marca es suya, y solo suya.

Es el caso de Worwerk, fabricante de la Thermomix, a cuyos responsables no se les ha ocurrido otra idea mejor que la de reclamar a los blogueros que le cedan sus espacios. Así lo explica Rosa Ardá:
"VORWERK España ha pedido a todas las webs que tengan la palabra THERMOMIX en sus dominios, la CESIÓN de los mismos, lo que incluye correos, claves, etc... La marca es suya, y por tanto renuncio a su utilización. Eso no impedirá que sigamos cocinando con MI THERMOMIX y siga compartiendo con vosotros todo tipo de recetas y experiencias personales que naturalmente tampoco tienen ningún fin comercial".
Así, 'El thermomix de Rosa' se encuentra ahora en 'Velocidad cuchara'.

Me dice mi amiga, que además es también usuaria del famoso robot, que "esta gente no se enteran". Y tiene razón.

No hay más que consultar los comentarios a la noticia del cierre de 'El thermomix de Rosa'. Por ejemplo, la de esta mujer:
"Me quedé ojiplática, porque igual que muchos comentaristas opino que les estabas dando publicidad GRATIS, fomentando la venta de la máquina GRATIS y manteniendo vivo el interés por ella GRATIS (base de la venta directa que predica Vorkwerk)."
O la de este hombre:
"Pero si este blog precisamente fomenta el uso y la compra de la thermomix!!! que poca vision tienen las multinacionales a veces la verdad..."
Y es que el valor de una marca no depende de lo que su propietario se empeñe en decirnos de ella sino en lo que la gente diga de ella.

La Thermomix es uno de esos productos que al igual que las Nespresso, los BMW, o los iPad, resultan totalmente prescindibles y que, sin embargo, por la magia de la mercadotecnia y la publicidad se convierten en símbolo de estatus, y consiguen que sus consumidores actúen como predicadores de la marca. Es como entrar en la religión del mercado... y como en toda religión, siempre hay una voz autoritaria que dice lo que está bien y lo que está mal.

Los de Worweerk tal vez hayan pensado que sus usuarios son más cautivos del robot que de esa gran sacerdotisa de las recetas en la que se había convertido Rosa.

¿Celos?

O quizás están confundiendo la velocidad con el tocino...

Pero puede que no tuvieron en cuenta que a otros, y a otras, nos dan un motivo extra para no caer en la tentación de adquirir su precioso producto.

Pensad en lo que ocurriría si, de repente, todo el mundo empezara a preguntarse cosas como:
"¿Lo necesito, realmente"?
La imagen es de la bitácora velocidadcuchara.com

jueves, 16 de septiembre de 2010

Federici, en boca de todos


Está en boca de todos el Federici, que nada tiene que ver con el que fuera locutor insignia de la COPE, la radio de los obispos españoles.

Antonio Federici es una marca de helados que en estos momentos se anuncia con éxito en el Reino Unido, mediante un anuncio que no ha gustado nada en el Vaticano. De hecho, la imagen de la monja embarazada va a ser retirada con motivo del viaje que el Papa Benedicto XVI hará a las islas próximamente. Y con ello, crea una polémica que al fabricante de helados le va a venir de cine. No en vano, la campaña proclama que:
"El Helado es nuestra religión"
De nuevo se han ofendido. Y como aún les queda algo de poder lo demuestran de la manera que más les gusta: mediante la censura. De nada sirve que Matt O’Connor, el director creativo de la campaña, explique su condición de católico irlandés. En otras palabras, que no es de Al Qaeda, o peor aún, un ateo confeso.

O'Connor sostiene que se trata de:
“una historia más profunda”, satirizando las “historias horribles en que participaron miles de mujeres embarazadas irlandesa esclavizados por la Iglesia Católica en los conventos y que tuvieron hijos arrebatados por las monjas porque se las consideró como “degenerados morales”. (http://www.articularnos.com/sociedad/controversia-por-imagen-de-una-monja-embarazada/)
En una época en la que abundan los escándalos sexuales por pedofilia, no parece tan extraño que algunos religiosos optaran por unas relaciones sexuales más 'normales' como son las que se dan entre hombre y mujer. ¿O es que ahora prefieren las relaciones entre personas del mismo género? Todo puede ser, pues uno de los anuncios de la campaña muestra a dos sacerdotes presuntamente gays. Y no parece que éste vaya a ser retirado.

Los argumentos en contra de la monja de Federici quedan explicados así en las páginas de The Guardian:
"La Advertising Standards Authority ha puesto en marcha una investigación para ver si la campaña rompe las normas de publicidad por razones de gusto y decencia. La ASA ha recibido alrededor de 40 quejas de los miembros del público, ellos dicen que es ofensivo para los cristianos, especialmente católicos, "porque se burla del nacimiento virginal de Jesús". (http://www.articularnos.com/sociedad/controversia-por-imagen-de-una-monja-embarazada/)
¿Cuarenta quejas? Bufff...

Desde un punto de vista menos dogmático, en la bitácora de El Poder de las Ideas hacen la siguiente reflexión:
"Al final de cuentas me parece que es una estrategia que busca crear polémica para obtener publicidad gratuita en muchos medios, desde luego se toma el riesgo de perder a los consumidores creyentes, pero personalmente me parece que hay mejores formas de comunicación sobre todo siendo creativo y no controversial". (http://elpoderdelasideas.com/diseno-publicitario/monja-embarazada-y-helado/)
Desde mi punto de vista, el único riesgo que se corre es el de perder consumidores sin sentido del humor. Y éstos, ¿qué prefieren: un helado o una tila?