De pequeños querríamos tenerlos siempre cerca para que nos hicieran reir cuando nos entrara el llanto.
Pero, ¿y cuándo son ellos los que están tristes? ¿Cómo pueden salir a escena y hacer como que aquí no pasa nada?
Detrás de sus disfraces, de sus máscaras, los payasos son hombres o mujeres como nosotros. Que también sufren, se enamoran, se equivocan,... y se toman en serio su trabajo.
A veces, no nos damos cuenta. Nos reímos de sus locuras, sus errores, sus desgracias, sus caídas, sus quejas,...
A veces, no nos damos cuenta y los dehumanizamos.
Y, a pesar de todo, hay que salir.
El espectáculo debe continuar.
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La virtualidad, la red y toda esta tecnologia está muy bien, nos lleva a todos los rincones...lo vemos en este blog constantemente, pero el mensaje de este payaso, me hizo pensar que las emociones y la virtualidad, son malas compañeras de viaje.
ResponderEliminarGracias a Internet son posibles las redes sociales, a partir de las cuales, surgen relaciones emocionales irrepetibles, porque damos con alguien que nos parecia que a nosotr@s no nos iba a ocurrir, Pronto te das cuenta que la virtualidad no es suficiente y pasas al directo y ya nada puede substituir una mirada, una caricia, un beso...
Pero el dia a dia nos lleva a seguir aferrados a ese tipo de relaciones, es lo que hay, en virtual, pero no nos hacen felices, que lo único que vale de verdad es el directo.
Hasta que una mañana nos asalta la frase contundente, inequívoca: “hart@ de no verte” y te quedas con un palmo de narices porque el problema, el verbo “ver, mirar”, no se puede solucionar.
Y solo nos queda decir “basta”, la dolorosísima palabra. Dolorosa para quien descubre que no se puede hacer nada más, porque seguir con la relación es querer seguir sufriendo, ahondando en la tristeza y dices “basta” aunque sigas enamorad@. Y doloroso és para el destinatario quien, seguramente, no entiende nada y le cae como un jarro de agua fria.
¡Ojo con la red!...puede provocar dolor en el corazón e hinchazón en los ojos de tanto llorar...
...en fin, feliz 2010.
Anonim@
Estimado lector, o estimada lectora,
ResponderEliminarNo es en el medio virtual, o en el presencial, donde has de buscar los fallos, sino en los propios comunicadores.
Deduzco, por el tono de tu mensaje, que te refieres a una ruptura de pareja. Pues bien, no soy la persona más indicada para dar consejos de este tipo. Pero haremos el intento.
¿Te has preguntado si, tal vez, es que ya os lo dijistéis todo? Si es así, es seguro que empezabáis a aburriros. Y el aburrimiento mata...
Solemos partir de la base de que las relaciones de pareja lo son para siempre. Y está demostrado que no es así. Me permito recomendarte un libro escrito por la antropóloga Helen Fisher titulado "Anatomía del amor. Historia natural de la monogamia, el adulterio y el divorcio". (Anagrama, Madrid, 2007)
También dicen que en el amor, como en la guerra, todo vale. Pero, en cualquier caso, el final del uno y el comienzo de la otra, coinciden en la misma causa: la incomunicación.
Y eso me lleva a otra recomendación bibliográfica: "Julio, 1914: El estallido de la Gran Guerra", de Emil Ludwig. (Juventud, Barcelona, 1964)
En cualquier caso, no te aflijas. Seguro que él, o ella, ya no vale la pena, y que pronto te llegarán momentos mejores. ¿Por qué no?
Y si piensas que sí vale la pena ¿a qué esperas para decírselo?
Ánimo !