viernes, 22 de enero de 2010

Mentiras piadosas, ¿sí o no?



Sobre las mentiras piadosas ya escribió Platón (427-347 Ac) en La República, justificando su uso para mantener la paz social. Luego escribieron otros, y algunos hicieron películas o canciones que titularon con ese nombre, como hizo Joaquín Sabina (1949-), aunque en este caso limitadas a relaciones de pareja.

Me ha llamado la atención que Inmanuel Kant (1724-1804) sostuviera que la mentira es inadmisible en todos los casos. La filósofa y teóloga Elisabeth Anscombe (1919-2001) mostró su desacuerdo con el prusiano, pese a ser en muchos aspectos seguidora de éste. Anscombe pensaba que tanta rigidez era contraproducente y que en algunos casos mentir es una buena solución. Por ejemplo, si con ello se puede evitar la muerte de una persona.



Elisabeth Anscombe (1919-2001)

Leo Strauss (1899-1973) fue más osado. Distinguió entre dos tipos de creencias: las verdaderas que sólo conocerían los sabios [el poder] y las falsas que estarían al alcance de todos [el pueblo]. Estas últimas servirían para mantener el orden social. Strauss es uno de los filósofos favoritos del neoconservadurismo ya que defiende el principio de desigualdad entre una elite y el resto de la población.

A estas alturas ya habrás oído la canción de Sabina ¿o no? Y tú qué piensas. ¿Es bueno mentir un poco? ¿O es mejor construirse un montón de bienintencionadas mentiras a fin de evitar daños a los demás?

Supongo que dependerá, en parte, de la persona o personas a las que vayan destinadas tales mentiras. Los que son escépticos por vocación suelen detectarlas al vuelo. Los hay que, como Sabina, preferieren contar la verdad aunque haga daño. O que se la cuenten... aunque ello les rompa el corazón.

7 comentarios:

  1. Según Platón la mentira es admisible “para mantener la paz social” y para salvar la cabeza del gobernante, me atrevo a añadir. Claro que cuando se descubre el pastel se puede llegar a la mismísima revolución...

    En cuanto a las relaciones de pareja, me pregunto ¿quien de los dos decide cuándo una razón es una mentira piadosa? pues el que recibe explicaciones y lo hace según su interpretación, pero lo que está haciendo es construyéndose una verdad a su medida, pero insisto, según su interpretación.

    Si da como buena solo su percepción, hará oídos sordos a las verdaderas explicaciones que le da su pareja, con lo cual vivirá una verdad incierta, pero es que a veces la verdad no es tan cruel y no hay más sordo que el que no quiere oir.
    Anonim@

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  2. Yo diría que todos mentimos a menudo. Decir la verdad siempre como decía Kant es absurdo.

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  3. Yo creo que verdad sólo hay una... se pueden buscar diferentes disfraces para hacerla más o menos dulce, o más o menos dura, o más o menos creíble.. pero el caso es que la verdad, sólo es y sólo puede ser una.
    En cualquier caso, hay verdades, que de decirlas, no aportarían nada a una situación concreta, así que en mi opinión, es mejor callarlas.. ni tan siquiera decirlas a medias... al que diga la verdad a medias, le culparán de mentir dos veces.

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  4. Veo que el tema se anima. Yo os pediría a los anónimos, o a l@s anónim@s que firmárais con un pseudónimo. O que os registrárais con algún nombre para así poder distinguir algo sobre la identidad del aut@r de los mensajes.
    Pero sólo es una sugerencia. En realidad, pienso que lo importante es reflexionar sobre cada idea sin que importe tanto quién la lanzó.
    Muchas gracias por participar.

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  5. Pienso que cada mentira, aunque sea piadosa o bienintencionada, resulta difícil que se sostenga por sí misma.

    Entonces, se recurre a crear otras mentiras con el único fin de apoyar a la primera. Por alguna razón que desconozco, las mentiras no son del todo creíbles, y el mensaje se vuelve incoherente. El sujeto de la misma comienza a sentirse incómodo, y pierde los nervios. Todo su afán será procurar que no le descubran.

    La verdad no es cruel. Es sólo la verdad. Tiene de bueno que al final todo encaja. La lógica se impone y eso, aunque pueda doler, da coherencia a nuestras vidas y nos hace más tranquilos.

    Comprendo lo que decís sobre Kant, y la convenencia de no decir toda la verdad, pero puede que él tuviera buena parte de razón, si observamos los efectos negativos que las mentiras, incluidas las piadosas, pueden llegar a producir.

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  6. Plácidus, dices que la verdad no es cruel, yo digo que no siempre lo es, pero el hecho que no lo sea no la convierte en una mentira piadosa que es como a veces se suele interpretar.
    La verdad no hay que interpretarla, es la que es.
    Anonim@

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  7. La cuestión es ¿estamos preparados para oír según qué verdades? ¿o preferimos que nos cuenten una verdad a "nuestra medida"? O por seguir con el planteamiento inicial ¿somos realmente capaces de decir la verdad en todo momento, aún a riesgo de saber que diciéndola quizá nos descubramos nosotros mismos? La verdad puede no ser cruel, pero muy a menudo, duele, y exige un compromiso personal de aquel que la formula... y a veces, ese compromiso, es difícil de asumir...

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